miércoles, 14 de agosto de 2013

Invisible, invisible, invisible. invisible, así me he sentido toda mi vida.  

Queriendo desaparecer cuando realmente ya estaba desaparecida. 
Preguntándome sí le importaría a alguien, o sí alguien notaría sí desapareciera. 
Nunca al frente de la conversación, sino detrás, en el fondo, callada.
Sin que nadie note o le importe mi opinión de algo. 
La tercera rueda, el número cinco en un grupo. 
La fea de un grupo de amigas lindas. 

Siempre, siempre, siempre así. 
Invisible. 

Sin importar, sin que nadie repare en mi presencia, sin ninguna opinión aceptable hacia el mundo.


Y nunca sé sí hay alguien que lo nota, nunca, nunca, nunca, nunca, mientras que quiero que alguien lo note. 
No sé cuántas personas reparan, realmente, sobre mi existencia en este mundo. 

Todo.

Fuiste todo.
Todo lo que me permití en la vida.
Todo lo que pensé que sería duradero y para siempre. 
Todo lo que alguna vez quise. 

Fuiste absolutamente todo, y como todo, acabaste en un suspiro. 

Tú ausencia.

¿Cuántas veces he llorado por tú culpa? 
¿Cuántas veces me he imaginado que me abrazas y que me dices que me quieres?
¿Cuántas veces he querido escuchar un 'estoy tan orgulloso de ti' por tú parte?
¿Y cuántas veces he querido hablar contigo y nunca estás? 

Quiero ser pequeña otra vez, cuando supongo que me querías tanto como para llevarme a pasear, pasar tiempo conmigo y estar ahí cuando supongo que te necesitaba. O cuando no me importa si estabas o no, creo.  Siempre he estado sola, como un caparazón vacío, intentando llenar  tú espacio. 

¿Cómo, después de tantos años, esperas cariño en devoción? 
Algunas veces me pierdo en pensamientos oscuros, intentando odiarte, y lo intento, lo intento, lo intento.Y luego sé que eso está mal e intento amarte tanto como quiero odiarte; y entonces pones todo más difícil y me vuelvo a encerrar en mis pensamientos y sólo quiero llorar. 

No sé cuántas veces he intentado hacer cosas buenas, intentar hacerte sentir orgulloso, o que simplemente hables conmigo como lo haría una persona más. Pero tú no eres una persona más. Tú eres tú. 


Por ti. Por tú culpa. Por tu ausencia. Por todas las cosas que quería hacer y nunca haré.  Por todas las películas que quería imitar donde siempre estuviéramos juntos, pero sé que es mentira.  Por todas las veces que te has ido o no has estado en momentos importantes. 

Tú ausencia. 
Todo lo que me dejaste un día. 
Todo lo que siempre me vas a dejar. 



viernes, 9 de agosto de 2013

¿De qué vale creer en las estrellas fugaces, pestañas caídas, o velas de cumpleaños? 
Son objetos tan normales, comunes, corrientes. 
¿Qué es una estrella fugas? Una piedra, un meteoro, un pedazo de algo más grande allá fuera de la tierra.
¿Cuántas pestañas no se me habrán caído sin que me diera cuenta? 
¿Cuantas velas de cumpleaños no habré usado cuando se ha ido la luz y necesito ver con claridad, antes de llevarme cosas por delante.  

Necesitamos creer en tantas cosas mágicas, tantas cosas improbables  tantos deseos perdidos que no se cumplieron e igual lo seguimos pidiendo. 



sábado, 3 de agosto de 2013

Por el abandono de seres reales, formé amigos de papel.  Respiré amor y perdida entre las páginas de cada historias.  Me convertí en  un personaje  hecho de letras, producto de la ficción de un libro.